| http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=76708 |
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Los primeros antecedentes de la bicicleta datan de la segunda mitad del siglo XVII cuando eran comunes unos vehículos de dos ruedas de dispar tamaño que las crónicas consignan por su novedosa forma de ser "propulsados por los pies". Sólo en 1690 el francés De Sivrac inventó la célérifère: un tipo de bicicleta que no tenía manubrio, cuyo asiento era una almohadilla en el bastidor y que se propulsaba impulsando los pies contra el suelo. 120 años después, el noble alemán Karl Drais von Sauerbronn (1785-1851) diseñó el primer vehículo de dos ruedas con dispositivo de dirección, al que se le llamó "draisiana" en su honor.
LA BICLETA (Miguel Arteche)
En rueda está el silencio detenido, y en freno congelado la distancia. Qué lejano esta el pie, cómo se ha ido la infancia del pedal sobre la infancia(...) Cuán remota la edad que en ti palpita con las velocidades de tu cita, y qué rápida estás con ser tan quieta, tan inmóvil pedal dormido ahora por la lluvia de ayer que te evapora tu perdida niñez de bicicleta.
(Extractos poema "la Bicicleta".)
Son pocos los chilenos que no se han subido alguna vez a una bicicleta, aún cuando en las ciudades no es muy fácil desplazarse en dos ruedas. Ya en 1967, Joaquín Edwards Bello dedicaba a la bicicleta una de sus reflexiones de los jueves en el diario La Nación, reclamando por las dificultades que ya entonces tenían los ciclistas bautizados peyorativamente como "pajarones" por los automovilistas, para movilizarse en dos ruedas.
Los orígenes.
Los primeros antecedentes de la bicicleta datan de la segunda mitad del siglo XVII cuando eran comunes unos vehículos de dos ruedas propulsados por los pies.
Sólo en 1690 el francés De Sivrac inventó la "célérifère": un tipo de bicicleta que no tenía manubrio, cuyo asiento era una almohadilla en el bastidor y que se propulsaba impulsando los pies contra el suelo.
Ciento veinte años después, el noble alemán Karl Drais von Sauerbronn (1785-1851) diseñó el primer vehículo de dos ruedas con dispositivo de dirección, al que se le llamó draisiana en su honor. Tiempo más tarde se le añadieron palancas de conducción y pedales, lo que permitió a los ciclistas impulsar la máquina sin tocar el suelo.
El precursor directo de la bicicleta moderna fue el modelo francés dirigido por manivela, velocípedo de pedaleo sin presión, que se hizo popular en Francia hacia 1855. El cuadro y las ruedas se fabricaban en madera.
Los neumáticos eran de hierro y los pedales estaban colocados en el cubo de la rueda delantera, que era un poco más alta que la rueda de atrás.
Esta máquina se conoció como el quebrantahuesos, a causa de sus vibraciones cuando circulaba sobre calles adoquinadas. Luego se le incorporaron neumáticos de goma maciza montados en el acero, y el vehículo fue el primero en ser patentado con el nombre moderno de bicicleta. Las modificaciones y mejoras en los 15 años siguientes incluyeron el cojinete de bolas y el neumático.
Estos inventos, junto con el uso de tubos de acero soldados y los asientos de muelles, llevaron a la bicicleta a la cumbre de su desarrollo. Hacia 1880 apareció la conocida máquina segura o baja en la que las ruedas eran casi del mismo tamaño y los pedales, unidos a una rueda dentada a través de engranajes y una cadena de transmisión, movían la rueda de atrás.
Competencias.
El desarrollo de las distintas pruebas ciclistas ha ido paralelo a la evolución del aparato. Existen las modalidades de pista -ya sea cubierta o descubierta- y las de carretera, más populares y en las que, por lo general, se han asentado las leyendas de sus grandes héroes.
La primera competencia de la que se tiene noticia se celebró en el Parque de Saint-Cloud, de París, en 1868, y fue ganada por el inglés James Moore. El primer Campeonato del Mundo en pista cubierta tuvo lugar en Aylestone Roads (Leicester, Inglaterra) en 1883.
Diez años más tarde, el francés Henri Desgranges, registraba el primer récord de la hora, unos nada desdeñables 35,325 kilómetros, recorridos sobre el circuito del velódromo Buffalo, en París.
En los inicios del siglo XX nacen las grandes carreras en ruta por etapas: el Tour de Francia, el Giro de Italia y, más tarde, la Vuelta a España, cuya primera edición se celebró en 1935.
Una prueba clásica, pero de características especiales, es el Campeonato del Mundo, ya que su trazado cambia de año en año según el país en que se celebre.
Iniciada en 1921 para aficionados, desde 1927 admite profesionales. Otras pruebas que tienen lugar al aire libre son el ciclo-cross y las derivaciones, cada día más populares, de mountain-bike.
Profesionalmente, entre los ciclistas chilenos que se han destacado están Alejandro Urrutia,Fernando Vera y los hermanosTormen, uno de los cuales -Peter- ganó la vuelta de Chile.
En el Cruce de Los Andes, importante prueba de la década del setenta, Urrutia ocupó el tercer lugar.
Hoy, Marcelo Arrué, quien está radicado en Estados Unidos, compitió en los Juegos Olímpicos de Australia.
El ciclismo amateur ha sido prueba olímpica desde la convocatoria que en 1896 inauguró los Juegos de la era moderna, pero no fue hasta los celebrados en Atlanta en 1996, que se permitió en ellos la presencia de corredores profesionale
Como figura, la bicicleta ha sido objeto de libros, poemas, películas y reflexiones diversas. Basta recordar el cuento "El ciclista del San Cristóbal" de Antonio Skarmeta, la canción I want to ride my bicycle de Queen y las célebres películas "Las bicicletas son para el verano" y Ladrón de bicicleta.
LA BICLETA (Miguel Arteche)
En rueda está el silencio detenido, y en freno congelado la distancia. Qué lejano esta el pie, cómo se ha ido la infancia del pedal sobre la infancia(...) Cuán remota la edad que en ti palpita con las velocidades de tu cita, y qué rápida estás con ser tan quieta, tan inmóvil pedal dormido ahora por la lluvia de ayer que te evapora tu perdida niñez de bicicleta.
(Extractos poema "la Bicicleta".)
Son pocos los chilenos que no se han subido alguna vez a una bicicleta, aún cuando en las ciudades no es muy fácil desplazarse en dos ruedas. Ya en 1967, Joaquín Edwards Bello dedicaba a la bicicleta una de sus reflexiones de los jueves en el diario La Nación, reclamando por las dificultades que ya entonces tenían los ciclistas bautizados peyorativamente como "pajarones" por los automovilistas, para movilizarse en dos ruedas.
Los orígenes.
Los primeros antecedentes de la bicicleta datan de la segunda mitad del siglo XVII cuando eran comunes unos vehículos de dos ruedas propulsados por los pies.
Sólo en 1690 el francés De Sivrac inventó la "célérifère": un tipo de bicicleta que no tenía manubrio, cuyo asiento era una almohadilla en el bastidor y que se propulsaba impulsando los pies contra el suelo.
Ciento veinte años después, el noble alemán Karl Drais von Sauerbronn (1785-1851) diseñó el primer vehículo de dos ruedas con dispositivo de dirección, al que se le llamó draisiana en su honor. Tiempo más tarde se le añadieron palancas de conducción y pedales, lo que permitió a los ciclistas impulsar la máquina sin tocar el suelo.
El precursor directo de la bicicleta moderna fue el modelo francés dirigido por manivela, velocípedo de pedaleo sin presión, que se hizo popular en Francia hacia 1855. El cuadro y las ruedas se fabricaban en madera.
Los neumáticos eran de hierro y los pedales estaban colocados en el cubo de la rueda delantera, que era un poco más alta que la rueda de atrás.
Esta máquina se conoció como el quebrantahuesos, a causa de sus vibraciones cuando circulaba sobre calles adoquinadas. Luego se le incorporaron neumáticos de goma maciza montados en el acero, y el vehículo fue el primero en ser patentado con el nombre moderno de bicicleta. Las modificaciones y mejoras en los 15 años siguientes incluyeron el cojinete de bolas y el neumático.
Estos inventos, junto con el uso de tubos de acero soldados y los asientos de muelles, llevaron a la bicicleta a la cumbre de su desarrollo. Hacia 1880 apareció la conocida máquina segura o baja en la que las ruedas eran casi del mismo tamaño y los pedales, unidos a una rueda dentada a través de engranajes y una cadena de transmisión, movían la rueda de atrás.
Competencias.
El desarrollo de las distintas pruebas ciclistas ha ido paralelo a la evolución del aparato. Existen las modalidades de pista -ya sea cubierta o descubierta- y las de carretera, más populares y en las que, por lo general, se han asentado las leyendas de sus grandes héroes.
La primera competencia de la que se tiene noticia se celebró en el Parque de Saint-Cloud, de París, en 1868, y fue ganada por el inglés James Moore. El primer Campeonato del Mundo en pista cubierta tuvo lugar en Aylestone Roads (Leicester, Inglaterra) en 1883.
Diez años más tarde, el francés Henri Desgranges, registraba el primer récord de la hora, unos nada desdeñables 35,325 kilómetros, recorridos sobre el circuito del velódromo Buffalo, en París.
En los inicios del siglo XX nacen las grandes carreras en ruta por etapas: el Tour de Francia, el Giro de Italia y, más tarde, la Vuelta a España, cuya primera edición se celebró en 1935.
Una prueba clásica, pero de características especiales, es el Campeonato del Mundo, ya que su trazado cambia de año en año según el país en que se celebre.
Iniciada en 1921 para aficionados, desde 1927 admite profesionales. Otras pruebas que tienen lugar al aire libre son el ciclo-cross y las derivaciones, cada día más populares, de mountain-bike.
Profesionalmente, entre los ciclistas chilenos que se han destacado están Alejandro Urrutia,Fernando Vera y los hermanosTormen, uno de los cuales -Peter- ganó la vuelta de Chile.
En el Cruce de Los Andes, importante prueba de la década del setenta, Urrutia ocupó el tercer lugar.
Hoy, Marcelo Arrué, quien está radicado en Estados Unidos, compitió en los Juegos Olímpicos de Australia.
El ciclismo amateur ha sido prueba olímpica desde la convocatoria que en 1896 inauguró los Juegos de la era moderna, pero no fue hasta los celebrados en Atlanta en 1996, que se permitió en ellos la presencia de corredores profesionale
Como figura, la bicicleta ha sido objeto de libros, poemas, películas y reflexiones diversas. Basta recordar el cuento "El ciclista del San Cristóbal" de Antonio Skarmeta, la canción I want to ride my bicycle de Queen y las célebres películas "Las bicicletas son para el verano" y Ladrón de bicicleta.
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